jueves, 13 de octubre de 2011

Después de mucho tiempo, descubres que las sonrisas se compran caras, que las lágrimas al ser de cocodrilo pierden mucho valor y que el amor se esconde para que no lo encuentres, para que no lo destroces con las palabras. El corazón es vengativo y envía fríos recuerdos a la razón, las miradas ya no dicen y las bocas suelen trabarse con la falsedad. Las canciones ya no transmiten calor, las mantas no te protegen de las mentiras y debajo de tu cama el dolor sigue escondido, esperando a que te duermas para salir. Al alcohol le cuesta más que consigas olvidarte de las penas y el tabaco ya no calma tu sufrimiento. El espejo nos agrieta y maneja nuestro pensamiento moldeándolo a su manera, las modas son el fin de todos los actos y escasea cada vez más la personalidad. El pensamiento de superioridad está en todas las tiendas baratas, el dinero es capaz de comprar hasta el orgullo y la mona se convierte en reina, solo si viste de seda. La imaginación no es capaz de imaginar un mundo mejor, las buenas ideas se basan en diseñar un mejor televisor. Todos quieren destacar pisando al que está debajo, trepando por la red del engaño y descubriendo el triste final de la fama. Después de mucho tiempo, descubres la vida.

miércoles, 12 de octubre de 2011

En mi corazón quedarán guardados aquellos recuerdos que no podré revivir, aquellos que consiguieron hacerme feliz. Esos silencios y esas palabras. Esas risas que en algún momento se convirtieron en lágrimas. Todo aquello que fue lo suficientemente especial para mi que me hace recordarlos en algún momento del dia, al ver una foto, al oir una frase, al escuchar una canción.

Hay vasos que contienen alcohol y tú le añades muchas connotaciones, y hay sorpresas escondidas en más de una sonrisa. Hay lugares nuevos y personas que te recuerdan que estás vivo, que las lágrimas que no se ven con la luz apagada tienen un sentido, y que el pecho sobre el que te recuestas, podría ser tu almohada para toda una vida. Sé que hay pobres con dinero y ricos que duermen en el suelo. Se muy bien quién soy, que es lo que tengo, que es lo que vendo y lo que doy. Y se también que hay quién se gana lo que tiene, hay quien tiene lo que puede, y hay quien sueña y busca lo que quiere; pero hoy por hoy me conformo con poder soñar que estás aquí, conmigo.